Día 67: Deuteronomio 18:15-19
Leer Deuteronomio 18:15-19 y Malaquías 4
Información de contexto útil:
En Marcos 6:14-29, vemos que la gente estaba confundida acerca de la identidad de Jesús. Algunos pensaban que era Elías, y otros pensaban que era «el Profeta» del que Moisés había hablado en Deuteronomio 18:15-19. Estas expectativas no surgieron de la nada; surgieron directamente de la profecía del Antiguo Testamento.
En primer lugar, en Deuteronomio 18:15-19, Moisés profetizó que Dios levantaría un profeta como él de entre el pueblo de Israel. Esto significaba alguien que pronunciaría las palabras de Dios con poder, guiaría al pueblo y serviría de mediador entre ellos y Dios, tal como lo hizo Moisés. Debido a esta profecía, el pueblo judío esperaba que viniera un gran profeta que los guiara. Algunos, como los discípulos en Juan 6:14, vieron a Jesús como el cumplimiento de esta promesa.
En segundo lugar, en Malaquías 4, hay una profecía sobre el regreso de Elías antes del «día grande y terrible del Señor». Los judíos creían que Elías, que nunca había muerto sino que había sido llevado al cielo (2 Reyes 2:11), volvería para preparar el camino para el Mesías. Por eso la gente pensaba que Jesús podía ser Elías.
Preguntas para la reflexión:
¿Cómo nos ayudan Deuteronomio 18:15-19 y Malaquías 4 a entender Marcos 6:14-29?
En Deuteronomio 18:15, Dios promete enviar un profeta como Moisés. ¿Cómo cumple Jesús esta profecía? (Ver también Hebreos 3:1-6)
Malaquías 4:5-6 promete que Elías vendrá antes del «día grande y terrible del Señor». Juan el Bautista cumple parcialmente esta profecía (Mateo 11:14), pero ¿por qué todavía se espera el regreso de Elías antes de la segunda venida de Jesús?
Tanto Deuteronomio 18 como Malaquías 4 terminan con un llamado a escuchar al mensajero de Dios o a enfrentar el juicio. ¿Cómo se relaciona esto con la falta de voluntad de Herodes para arrepentirse después de escuchar el mensaje de Juan?