Día 59: Hebreos 4:14-16
Leer Hebreos 4:14-16
Información de contexto útil:
Sobre el «Sumo Sacerdote» - En el contexto de esta sección de Hebreos, el autor habla de cómo en el Antiguo Testamento los israelitas tenían un sumo sacerdote que era la única forma de tener acceso a Dios. El sumo sacerdote era quien tenía que realizar rituales de purificación para hacerse «puro» y poder entrar en la presencia de Dios, quien entraba en la presencia de Dios (Su Templo) y quien intercedía por el pueblo de Dios. Ahora, para resumir el autor de Hebreos, ya no tenemos a un simple humano como intercesor, sino que Jesucristo mismo es nuestro acceso directo a Dios. Ya no hay barrera entre nosotros en Dios. Más bien, gracias a la obra de Cristo, tenemos acceso directo al Padre a través del propio Jesús. Por eso el Nuevo Testamento describe a Jesús como el mejor y perfecto Sumo Sacerdote (por ejemplo, Heb. 2:10, 5:6-10).
Lea Hebreos 2:14-18, el autor parece retomar su línea de pensamiento de 2:14-18 en el capítulo 4:14-16.
Preguntas para la reflexión:
«Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que en todo se ha sometido a prueba como nosotros, aunque sin pecado» (4:15). ¿Por qué es tan importante que Jesús haya pasado por lo que nosotros hemos pasado?
Vuelve a leer 4:15-16. ¿Cómo te reconforta esto?
¿Cómo desafía tu visión de Él el hecho de que Jesús se compadezca de nosotros?
¿Dónde ves la maravillosa verdad de Heb. 4:14-16 en Marcos 5:21-43?